domingo, 5 de septiembre de 2010

El hombre de la Luz y la Materia

Siempre he pensado que la admiración, propio y único de las personas,es un sentimiento peligroso, incluso es algo malo para las personas que lo sienten. Quizás esta última opinión esté muy condiciona por mi carácter personal un tanto rebelde y, sólamente a veces, inmaduro.

Pero lo que nadie debe negar es que la admiración es algo peligroso, el emisor se siente eclipsado
y puede no ver las cosas con claridad, pensando que aquello que admira es perfecto y que no tiene defectos, cuando la perfección no existe. Por el otro lado, el receptor de dicho sentimiento se siente alagado y como bien sabemos puede llevar a que se pierda en su propia vanidad y acabe por valer mucho menos de lo que fue en un principio.

La admiración es peligrosa y por tanto se la debemos otorgar a muy pocas personas, puede que inluso muchas veces se la otorguemos a quien no se la merece. La admiración está muy en relación con los líderes. He considerado que los líderes en la sociedad son todavía más peligrosos. La admiración pocas veces debe ser mostrada, y si se muestra, debe ser como el objeto que siempre hemos tenido escondido y sólo unos pocos conocen que existe.La admiración es un sentimiento propio del débil, del hombre-rebaño, de quien se deja estar "por debajo de", a veces sin motivo.


...Pero muchas veces me dejo llevar por los sentimientos,humanos.
Y dejo de lado todas las teorías, inhumanas.